Análisis Coyuntural 1999-2000

1999: Año de Crisis y Oportunidades

Para el sector azucarero colombiano, 1999 fue un año difícil, en el que coincidieron varias crisis: económicas en Colombia, Venezuela y Ecuador; de precios del azúcar en el mundo y de incumplimientos de acuerdos comerciales en la región andina. Fue, a su vez, un período de oportunidades en el que las dificultades impusieron una mirada más amplia del negocio y de la forma de afrontar el futuro. Un futuro que se vislumbra más claro si se tienen en cuenta algunos indicadores que están determinando cambios favorables en el sector azucarero, conjuntamente con una recuperación de la economía nacional y regional.

Entorno Macroeconómico

Ecuador y Venezuela, los principales socios comerciales andinos de Colombia tuvieron un mal desempeño económico en 1999, registrando un crecimiento negativo del PIB superior al 7%, niveles de desempleo mayores al 15% y, en el primer país más que en el segundo, fuertes crisis políticas y sociales (ver gráfica 1). 

Gráfica 1. Crecimiento del PIB 1999 - 2000

Por su parte, la economía colombiana tuvo su peor año desde que se llevan registros estadísticos, por encima de la crisis de la década de los 30. La caída del PIB fue de 4.8%, el desempleo promedio se situó en 19.4%, el déficit fiscal llegó a 6.3% del PIB y las pérdidas acumuladas de las 100 empresas más grandes del país ascendieron a más de 1 billón 240,000 millones de pesos (US$ 706,000 millones), luego de que en 1998 registraron utilidades del orden de $600,000 millones (US$ 419,000 millones) [1]. A pesar de lo anterior, se registraron mejoras significativas en algunos indicadores que resultan de gran impacto hacia el futuro. En primer lugar, la tasa de cambio real mejoró 10 puntos porcentuales frente a 1998, la inflación fue de 9.23% frente a la meta del gobierno del 15% y el déficit en cuenta corriente se situó en 1.5% del PIB luego de que la meta era la de no superar el 5.6% del PIB.

Con un panorama económico como el descrito, era difícil esperar que la actividad productiva no se viera afectada de la forma como sucedió: el PIB industrial cayó 12.81% frente a 1998, mientras el agropecuario lo hizo en 0.37%.

En lo que va corrido del año 2000, sin embargo, varios indicadores muestran una reactivación de la actividad económica nacional, que permiten mirar con optimismo el futuro próximo de sectores que, como el azucarero, son sensibles a la demanda agregada nacional. 

En el primer trimestre de este año, por ejemplo, las exportaciones totales del país aumentaron 30% respecto a igual período de 1999, resaltándose el incremento de 15% de las no tradicionales en el mismo período. Las importaciones, que habían caído 26% en 1999 frente a 1998, en febrero del 2000 aumentaron 3.6% frente al mismo mes del año anterior, destacándose el aumento del 14% en las compras de materias primas. La demanda de energía, que en 1999 cayó 5% respecto a 1998, en el primer trimestre del 2000 creció 1% frente al primer trimestre del año anterior. Por su parte, la producción industrial creció 5.4% en enero y 7.62% en febrero del 2000, frente a iguales meses de 1999, sobresaliendo la recuperación de 11% en la producción de bebidas, lo cual es muy importante si se tiene en cuenta que los despachos de azúcar al sector de bebidas representan el 60% del total de los realizados a la industria. 

A su vez, las distintas proyecciones oficiales y privadas sobre el crecimiento del PIB en el 2000 para Colombia, Venezuela y Ecuador lo sitúan por encima del 2%, que si bien no es el nivel ideal, por lo menos indica que la recesión es cosa del pasado y que se establecen condiciones saludables para un crecimiento positivo de largo plazo (ver gráfica 1).

Producción de Azúcar

A pesar de la fuerte caída industrial y agropecuaria de Colombia, la producción de azúcar pasó de 2,126,123 tmvc [2] en 1998 a 2,240,828 tmvc en 1999, lo cual representó un aumento de 5.4%, equivalente a 114,706 tmvc (ver gráfica 2). Este aumento anual, el mayor desde 1994, se explica en buena parte por el gran incremento de la productividad en las labores de campo y fábrica obtenidos en 1999 frente al año anterior, como resultado de un clima favorable y sobre todo como consecuencia de las mejoras tecnológicas en campo y cosecha derivadas del prolongado trabajo de investigación realizado por el sector azucarero a través de Cenicaña.

Gráfica 2. Evolución de la Producción de Azúcar

Gracias a estas condiciones, el rendimiento comercial, entendido como la cantidad de azúcar extraído de la caña, pasó de 11.36% en 1998 a 11.43% en 1999. Por su parte, las toneladas de caña obtenidas por cada hectárea cosechada, pasaron de 106.92 en 1998 a 117.05 en 1999, un aumento de 9.5%. A partir de estos dos indicadores se obtiene uno considerado líder en el ámbito azucarero mundial: toneladas de azúcar producidas por hectárea cosechada al año, las cuales pasaron de 11.71 en 1998 a 12.11 en 1999, aumento que explica en un 63% el incremento que se dio en la producción de azúcar entre estos dos años.

Sin embargo, el crecimiento de la producción no se vio compensado por una mayor demanda de azúcar, ni en el mercado interno, dado que el país entró en recesión, ni en el mercado externo, que se encontraba sobre abastecido.

Mercado Interno

En el mercado interno, el sector azucarero observó en 1999 cómo disminuía su demanda a medida que se acentuaba la crisis económica del país, la cual se vio reflejada en la menor actividad productiva que generó menores compras de azúcar por parte de industrias que producen bienes derivados de este producto básico.

Así, los despachos totales de azúcar al mercado interno cayeron a 1,251,850 tmvc en 1999 luego de que en 1998 fueron 1,272,063, significando una caída de 1.6% entre estos dos años (ver gráfica 3). Por tipos de azúcar, las ventas que más se vieron afectadas fueron las de azúcar blanco, que representan el 90% del total, las cuales disminuyeron 3.9% frente a 1998, como consecuencia de una caída del 12% en la demanda industrial de este tipo de azúcar, hecho que se vio compensado únicamente por el aumento de 1% en la demanda para consumo humano directo. Por otro lado, los despachos de azúcar crudo al mercado interno aumentaron casi un 50%, debido a la mayor demanda que presentó este producto por parte de las fábricas de alimentos concentrados.

Gráfica 3. Evolución de los Despachos de Azúcar al Mercado Nacional 

Ante la mayor producción de azúcar y la disminución de la demanda en el mercado interno, se incrementaron las ventas en el mercado internacional y se elevó el nivel de inventarios, en espera de una reactivación de la demanda interna.

Mercado Externo

En 1999, los excedentes de azúcar [3], luego del aumento de la producción y la disminución de la demanda ya mencionados, ascendieron a 970,000 tmvc, 120,000 por encima del nivel de 1998. Por esta razón, las exportaciones en 1999 llegaron a 885,494 tmvc, un aumento del 14% respecto a 1998, equivalentes a 100,000 tmvc más que el registro de 1998, que fue de 777,733 tmvc (ver gráfica 4). Sin embargo, las exportaciones de 1999 estuvieron por debajo de las de 1997, cuando se registró un nivel récord de 887,751 tmvc. 

Gráfica 4. Evolución de las Exportaciones de Azúcar

Por tipos de azúcar, el 60% de las exportaciones correspondió a crudo, como resultado de una mayor demanda mundial de este producto, originando que el diferencial de precios en 1999 entre azúcar blanco y crudo en el mercado internacional disminuyera frente a 1998, deteriorando la rentabilidad de vender azúcar blanco. La mayor demanda de crudo en el mercado internacional provino de países con industrias refinadoras, que promueven la importación de este tipo de azúcar por encima de la del blanco, entre los cuales se encuentran Estados Unidos, Rusia, La Unión Europea y Japón, entre otros.

Mercado Andino

El mercado andino, principal destino de exportación del azúcar de Colombia, se vio afectado por el incumplimiento del Acuerdo de Cartagena por parte de algunos de sus socios, lo cual provocó la caída de las exportaciones de azúcar a ese mercado en más de 15% en 1999 frente a 1998.

En Ecuador, el gobierno, infringiendo las normas y principios de la integración andina, mantiene vigentes licencias de importación para los distintos tipos de azúcar y desde noviembre de 1998 viene negando sistemáticamente la recepción y autorización de solicitudes de importación presentadas por los compradores de azúcar de ese país. Así, las exportaciones pasaron de 173,846 tmvc en 1998 a 22,062 tmvc en 1999, una disminución de 87.3%, con lo que el país dejó de recibir más de US$17 millones en divisas debido a que el excedente de azúcar debió colocarse en el mercado mundial a un precio significativamente menor al que se hubiese obtenido en Ecuador. Su participación en las exportaciones de azúcar de Colombia bajó de 22% en 1998 a 2% en 1999 (ver gráfica 5).Aunque tampoco se debe olvidar que el promedio de exportaciones entre 1993 y 1996 fue de 60,000 toneladas anuales y que en 1997 y 1998 las exportaciones de azúcar al vecino país fueron significativamente más altas que ese promedio, debido al mayor déficit que se presentó en Ecuador en esos dos años como consecuencia de los efectos negativos del Fenómeno del Niño en su producción interna.

Venezuela por su parte, a finales de 1999, anunció que aprobaría una salvaguardia comercial con la cual se restringirían las importaciones de azúcar de los países de la Comunidad Andina de Naciones (CAN). La medida no se hizo efectiva durante el 99 pero generó incertidumbre frente a lo que podría pasar más adelante. En efecto, en marzo de 2000, el gobierno venezolano anunció la inclusión de Colombia y Perú dentro de los países a los cuales se les otorga una cuota total anual de 132,013 toneladas de azúcar. De esta manera, las exportaciones de Colombia hacia ese país quedaron sujetas al otorgamiento de licencias previas de importación que emite el gobierno venezolano.

La medida se tomó contraviniendo la normatividad andina, aún cuando en 1999 las exportaciones de Colombia a Venezuela fueron menores a las de 1998 y su participación bajó de 34% en 1998 a 26% en 1999 (ver gráfica 5).

Tanto en el caso de Venezuela como del Ecuador, el sector azucarero y el gobierno colombiano han venido adelantando todas las acciones jurídicas y administrativas disponibles para que los mercados de los dos países sean reabiertos al azúcar colombiano sin restricción alguna.

De otro lado, las exportaciones de azúcar a Perú mostraron un comportamiento muy favorable en el último año, pues pasaron de 104,285 tmvc en 1998 a 208,390 tmvc en 1999, un aumento de 99.83%, a pesar de la lentitud del programa de desgravación para el azúcar en ese país, luego de su reincorporación a la Comunidad Andina. Su participación en las exportaciones de azúcar de Colombia subió de 13% en 1998 a 24% en 1999 (ver gráfica 5).

Gráfica 5. Distribución de la Exportaciones de Azúcar en 1998 y 1999 

 

Cuota Americana

Por su parte, las exportaciones a Estados Unidos a través del programa de Cuota Americana, disminuyeron 61.9% en 1999 frente a 1998, siendo de 12,005 y 31,548 tmvc, respectivamente. Esta reducción no se debió a una menor asignación de cuota para el país, sino a la fecha en la que se registraron las exportaciones, pues la cuota corresponde al año fiscal estadounidense, que va de octubre a septiembre, y las estadísticas de las exportaciones corresponden al año calendario, de enero a diciembre. En el cuadro No. 19 del Anexo Estadístico se registra la evolución de la cuota desde el periodo 1990/91 a 1999/00.

Mercado Mundial 

Debido a la disminución de las exportaciones de azúcar al mercado andino, en 1999 las exportaciones al mercado mundial aumentaron 105% respecto a las de 1998, con lo cual pasó de representar el 26% de las exportaciones de azúcar de Colombia en 1998, a 47% en 1999 (ver gráfica 5). Los principales destinos de exportación a este mercado fueron Estados Unidos (exportaciones por fuera de cuota), la Antigua Unión Soviética, Chile, Jamaica, Haití, Marruecos y Trinidad y Tobago.

Inventarios

Además del aumento en las exportaciones, los excedentes de azúcar en 1999 produjeron un alza en el nivel de inventarios, los cuales se situaron en 98,045 tmvc frente a 62,688 tmvc en 1998, lo que representó un incremento de 56% de un año a otro. Sin embargo, y a pesar de que el alza alcanzó a generar cierta incertidumbre en el mercado interno presionando hacia abajo el precio a finales de 1999, este nivel de existencias no es muy alto si se tiene en cuenta que sólo representa el 4% del mercado interno, y equivale a los despachos de azúcar nacionales de tan sólo dos semanas.

Precios Internacionales

A las situaciones adversas anteriormente mencionadas, se les sumó la peor crisis de precios del azúcar desde que se manejan registros estadísticos, como consecuencia de la sobreoferta mundial provocada principalmente por el aumento de la producción de Brasil, que pasó de 15.5 millones de toneladas en 1997, a 19.2 millones en 1999 [4], un crecimiento de más de 3.6 millones de toneladas, que equivalen a casi el doble de lo que produce Colombia en un año.  

Igualmente, las exportaciones mundiales de azúcar pasaron de 36.5 millones de toneladas en 1997 a 41 millones en 1999 [5], un incremento del 12% en dos años, que significó más de 4.5 millones de toneladas adicionales en el mercado internacional, algo así como cinco veces las exportaciones de azúcar de Colombia. 

Esta sobreoferta mundial, unida a la crisis de precios de diversos commodities en el mundo, llevó a que el precio internacional del azúcar crudo en la bolsa de Nueva York cayera de un promedio de 8.63 centavos de dólar la libra en 1998 a 6.27 en 1999 [6]. En términos reales, fue el precio promedio más bajo de los últimos 30 años, por debajo incluso del precio real de 1985, que fue de 6.34 centavos de dólar la libra y que en esa época ocasionó la mayor crisis de la historia en el mercado azucarero mundial. 

En Colombia, el precio interno no se vio afectado por el comportamiento del precio internacional, pues fue precisamente para estas situaciones para las que se concibió el mecanismo andino de Franja de Precios, el cual aumenta los aranceles cuando el precio internacional es inferior a su tendencia de largo plazo y no refleja los costos de producción de ningún país en el mundo, como ocurre en la actualidad. En realidad, el efecto negativo de los bajos precios mundiales del último año se sintió principalmente en los ingresos por exportaciones, que en 1999 llegaron a US$ 167 millones frente a US$ 213 millones en 1998, una caída del 21%, a pesar de que fue atenuada con ventas a mercados preferenciales, coberturas de precios y un gran esfuerzo adelantado en reducción de costos de producción.

En cuanto al comportamiento futuro del precio internacional, debe resaltarse que el actual es un precio que se ubica muy por debajo de su tendencia de largo plazo, que es cercana a 11 centavos de dólar por libra y que, a pesar de la dificultad de realizar proyecciones, las expectativas a mediano plazo apuntan en esa dirección, de acuerdo con los estimativos de organizaciones internacionales como el Banco Mundial, Prudential Securities y The Economist. 

A su vez, es necesario advertir que, tanto la crisis de precios como las otras anteriormente mencionadas, fueron factores exógenos que escaparon al manejo empresarial al interior del sector azucarero y que dieron paso a que se presentaran diversas oportunidades y proyectos que en otras circunstancias seguramente no se hubiesen dado. 

Cluster del Azúcar: Acuerdo de Competitividad Caña-Azúcar-Confitería

La recesión económica del país hizo que el gobierno entendiera la necesidad de apoyar al sector exportador, como motor fundamental de la reactivación de la economía. Fue así como surgieron trabajos como el de la identificación de los clusters con mayor potencial, entre ellos el Cluster del Azúcar y, como algunos de sus primeros y principales resultados, la firma del acuerdo de competitividad de la cadena caña-azúcar-confitería y el estudio realizado entre asocaña y Proexport, sobre las oportunidades de mercado para algunos derivados del azúcar en Estados Unidos.

El acuerdo de competitividad de la cadena caña-azúcar-confitería, responsable de exportaciones anuales superiores a US$ 400 millones de dólares [7], se dio en el marco de los Convenios Nacionales de Competitividad Exportadora, que cuentan con el aval del gobierno y que involucran a los actores de los diferentes eslabones de la cadena productiva, con el fin de implementar acciones conjuntas en búsqueda de mejores condiciones de acceso a los mercados internacionales. Estas mejores condiciones estarán dadas por las acciones empresariales que se lleven a cabo al interior de la cadena en función de mejorar su competitividad internacional y por el compromiso del gobierno de facilitar la actividad productiva mediante su gestión política que lleve a mejores accesos preferenciales, reducción de trámites, mejoramiento de infraestructura, promoción de las exportaciones, lucha contra el contrabando, entre otras.

Los temas de trabajo incluidos en el acuerdo son: la obtención de nuevos programas de desgravación para la cadena, la identificación de nuevos mercados, la reducción de gravámenes de importación de bienes de capital no producidos en la región andina, nuevas inversiones, el aseguramiento de la calidad, instrumentos de apoyo a las exportaciones, la financiación a importaciones de bienes de capital, el fortalecimiento de la gestión aduanera, el control sanitario, la identificación de potencialidades para producción de materia prima, el aumento de las exportaciones, el incremento de la productividad de cultivos y el mejoramiento de la productividad y competitividad de la cadena en general. 

Por su parte, el estudio realizado entre asocaña y Proexport logró identificar, para siete productos derivados del azúcar pertenecientes al sector de confitería y chocolatería, diversas oportunidades de acceso al mercado de Estados Unidos. Se analizaron variables como producción, consumo y comercio de confites, chicles y chocolatinas en ese país de acuerdo a su distribución geográfica, canales de comercialización, marcas y empresas proveedoras más importantes.

Fondo de Estabilización de Precios del Azúcar

A principios de los noventa, la agroindustria azucarera basó sus proyecciones de producción de largo plazo en las expectativas del mercado interno y en el déficit azucarero de países con los que se adelantaban acuerdos comerciales en ese entonces. De esta manera, pasó de producir millón y medio de toneladas de azúcar en 1990 a más de dos millones en 1999, un aumento de 40%, suficiente para atender el mercado interno y el déficit de países como México, Venezuela, Ecuador, Perú y Chile. Pero la situación se tornó diferente cuando México excluyó el tema azucarero del G-3, Chile suscribió acuerdos azucareros con otros países diferentes y Perú, al reintegrarse a la Comunidad Andina, negoció un cronograma de desgravación lento y de largo plazo para este producto. De esta manera, en la actualidad los mercados preferenciales se limitan al azúcar crudo de la Cuota Americana y a Ecuador y Venezuela, éstos dos últimos con las restricciones que con frecuencia imponen a las exportaciones de Colombia desde que se iniciaron los compromisos en 1992.

Más recientemente, en 1999, los bajos precios del azúcar en el mercado internacional y las restricciones al acceso en los mercados de la Comunidad Andina de Naciones, generaron dificultades a la hora de vender los excedentes de la producción, deprimiendo a su vez el precio en el mercado nacional.

Como se puede deducir, los problemas no han sido pocos y la mayoría no son nuevos. Por esta razón, la agroindustria azucarera accedió a un mecanismo legal establecido por el gobierno, como lo es el Fondo de Estabilización de Precios, usado actualmente por otros sectores agropecuarios. La decisión del gobierno nacional de firmar el decreto que le dio vida al Fondo, llegó en un momento muy oportuno para el sector y, tal como lo define Portafolio, “es un reconocimiento a la realidad del mercado azucarero internacional donde lejos de existir condiciones de equidad, acceso y claridad en las reglas de juego, lo que hay es proteccionismo, subsidios, distorsiones y, en el caso andino, un total desconocimiento de los compromisos adquiridos” [8]

El Fondo se constituye entonces, en una verdadera garantía de estabilidad para el mercado azucarero colombiano y, por la misma vía, permite avanzar en la búsqueda de sinergias al interior del Cluster del Azúcar, facilita el ordenamiento del mercado interno, disminuye la vulnerabilidad propia de un producto básico como el azúcar, fortalece las alianzas con productores de bienes de mayor valor agregado y reduce los traumas generados por distorsiones en el mercado mundial. 

De esta manera, permite a la agroindustria azucarera colombiana afrontar en mejores condiciones las dificultades de un negocio como el de este sector, y continuar el trabajo en otras áreas, además de la económica, en las que se adelantan trabajos de carácter social y ambiental en la región y el país.

Balance Social y Laboral

En 1999, el número de empleados directos generados por los ingenios, incluyendo contratistas, llegó a 28,018, incrementándose en 1.7% frente a 1998, cuando fue de 27,550. Este aumento fue menor al 5.4% que registró la producción en el mismo período, con lo cual la productividad laboral tuvo un crecimiento de 3.6% en el último año.

Por su parte, los ingenios continuaron con sus diferentes programas en el área recreativa, de salud y de bienestar social que demandaron cerca de $ 3,000 millones en 1999 (US$ 1.7 millones). Los resultados de estas inversiones se observan en indicadores como el de la antigüedad laboral promedio, que en 1999 fue de 15 años, la mayor desde que se tienen registros estadísticos.

Igualmente, en 1999 se invirtieron más de 200,000 horas hombre en eventos de capacitación laboral a un costo superior a $ 4,000 millones (US$ 2.3 millones).

Balance Ambiental

La agroindustria azucarera es líder en manejo ambiental en el país, habiendo invertido en los pasados 18 años más de $220,000 millones, en pesos de 1999 (US$ 126 millones), reflejados en los menores niveles de contaminación por unidad de producción obtenidos en los últimos años. En 1999, la inversión ambiental superó los $20,000 millones, cifra muy significativa aunque un poco por debajo en términos reales de lo registrado en 1998. La razón por la cual en ciertos años la inversión es mayor que en otros, se debe especialmente a que en unos se realizan grandes inversiones en adecuaciones e infraestructura ambiental, que en otros sólo requieren de mantenimiento y obviamente no de nuevas construcciones.

Algunos de los principales resultados obtenidos en materia ambiental en los últimos años son: 

-     El funcionamiento desde 1993 de la Red Meteorológica del sector azucarero, con 28 estaciones ubicadas a lo largo y ancho del Valle Geográfico del río Cauca, con el fin de suministrar información climatológica y meteorológica exacta y oportuna para controlar y reducir las molestias que producen las quemas de caña de azúcar en la región, además de utilizarse en el apoyo de otras actividades como riegos y drenajes.

-     En 1998, se cosechó en verde el 17% del área, mientras que en 1999 la cifra ascendió al 26% del área cosechada total.

-     En 1998, el área donde no se efectuaba requema fue del 40%, mientras que en 1999 se llegó hasta el 60%.

-     Los ingenios avanzaron en la implementación de Sistemas de Gestión Ambiental ISO 14000. En 1999 un ingenio logró la certificación ISO 14001.

-          Se realizaron reconversiones para lograr el control del consumo de agua e inversiones ambientales en labores productivas de Campo y Fábrica. Se viene utilizando en este sentido la tecnología del Balance Hídrico, pasando de consumir 120 m3 de agua por tonelada de caña molida a principios de la década, a 90 m3 en 1999, un descenso del 25%, con lo cual se han logrado ahorros en el consumo de agua superiores a los 600 millones de metros cúbicos al año.

-     Se pasó de un caudal de efluentes de 1,160 litros por segundo en 1998, a 893 en 1999, una caída del 23%. -     El consumo de energía por tonelada de azúcar producida en los ingenios pasó de 23.1 GJ en 1998, a 22 GJ en 1999, obteniéndose una reducción del 5%. -     Luego de que en 1998 se alcanzaron registros de DBO5 de 2.4 kilogramos por tonelada de azúcar producida, en 1999 este indicador de contaminación bajó a 2.0, significando una disminución del 16% de un año a otro. Esto es aún más significativo si se observa la reducción frente a los niveles de 1992, cuando se registraron 15.3 kilogramos de DBO5 por tonelada de azúcar producida. -     Conjuntamente con el Centro Colombiano para el Desarrollo Sostenible (CECODES), se realizaron programas de seguimiento y evaluación de la gestión ambiental basados en el establecimiento de índices de evaluación, y en procesos de autogestión y autorregulación.

Adicionalmente, y como complemento a las inversiones y programas de bienestar social y ambiental para trabajadores y habitantes del área de influencia del sector azucarero, se empezó a trabajar con la población infantil de la región en la llamada Red Cultural Azucarera, que busca crear un canal adicional de comunicación entre la comunidad y la industria azucarera colombiana. En la Red participan inicialmente más de 100 niños de los 39 municipios de la zona, los cuales forman parte activa de programas radiales y de diversas actividades culturales y de educación ambiental.

Conclusiones

1999 fue un año bastante particular para la agroindustria azucarera colombiana, que atravesó al mismo tiempo varias de las crisis más fuertes que haya vivido en su historia. La economía nacional registró la peor recesión del siglo; igual sucedió con los precios internacionales del azúcar y la relación comercial con los países andinos estuvo caracterizada por la incertidumbre.

El continuo incumplimiento de los países de la CAN a las normas andinas y los menores despachos de azúcar al mercado nacional a causa de la recesión en Colombia, llevaron a un incremento en los excedentes de azúcar del país. Estos excedentes debieron venderse en el mercado mundial justo en medio de los precios internacionales reales más bajos de la historia, ocasionando una fuerte disminución de los ingresos por exportaciones. Hacia el futuro, sin embargo, se vislumbra que las actuaciones de la Secretaría General de la Comunidad Andina y del Tribunal Andino de Justicia hagan prevalecer el ordenamiento jurídico sobre las situaciones coyunturales de los países miembros y, así, ordenen eliminar las restricciones que hoy impiden el crecimiento de las exportaciones colombianas a la región.

En medio de las crisis, surgieron diversas oportunidades para el sector azucarero que cambian positivamente su dinámica de largo plazo y que otorgan mayor estabilidad al mercado interno en el corto y mediano plazo. La identificación del complejo productivo del Cluster del Azúcar se constituye en el primer paso para afianzar las alianzas estratégicas al interior del mismo y desarrollar las sinergias que puedan darse como resultado del trabajo empresarial conjunto. Igualmente, fue de vital importancia la creación del Fondo de Estabilización de Precios del Azúcar, el cual otorga estabilidad al mercado interno en un momento en el que la mayoría de países, principalmente los más desarrollados, imponen barreras arancelarias y subsidios a sus industrias azucareras generando grandes distorsiones en el mercado azucarero mundial.

Por su parte, Colombia, Venezuela y Ecuador parecen haber dejado atrás la recesión. Los principales resultados económicos de principios de año así lo demuestran, en especial los de Colombia. A su vez, los precios internacionales del azúcar empiezan a recuperase y todas las proyecciones internacionales indican que esa tendencia se acentuará en los próximos años. De esta manera, se divisan mejores condiciones en el entorno en el cual se desenvuelve el sector azucarero colombiano, lo cual le permitirá consolidar su actividad productiva y los programas que disminuyen el impacto ambiental que ésta produce, así como alcanzar su propósito más importante, el de mejorar las condiciones económicas y sociales de la región.

Notas


[1] SEMANA. Publicación No. 36. Abril de 2000. Estas cifras excluyen a ECOPETROL que, gracias al aumento en el precio del petróleo, logró obtener utilidades en 1999 cercanas al billón de pesos (US$ 569,000 millones).
[2]
t.m.v.c.: toneladas métricas valor crudo (azúcar expresado en términos equivalentes a azúcar crudo).
[3]
Excedentes: Diferencia entre la producción y los despachos internos.
[4]
LMC International. Sweetener Analysis. Febrero 2000.
[5]
Organización Internacional del Azúcar (OIA).
[6]
Precio Azúcar Crudo Bolsa de Nueva York Contrato 11, Promedio Primera Posición Diaria.
[7]
Ministerio de Comercio Exterior de Colombia.
[8]
PORTAFOLIO. Editorial “Endulzando el Azúcar”, 18 de abril de 2000.


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